Un Naufrago en una Ciudad

Sueño Americano..., si todos al llegar a este gran país tenemos un sueño, de progreso, seguridad, nuevas oportunidades y todo aquello que en nuestro país es escaso, ya sea por falta de recursos o la mala administración de los políticos.

En fin, uno llega cargado de esperanzas, y se encuentra un gran país, con bellas urbanizaciones (todas iguales) pero muy bien estructuradas y seguras en su mayoría; pero que es lo que pasa al pasar los días y darnos cuenta que no estamos de vacaciones, si, llegamos a la realidad.

 Empezar a buscar casa donde vivir que tengan las mejores escuelas por supuesto, en ese momento no importa lo que cueste la renta de la casa, le decimos a un señor llamado Realtor que en todas las familias por lo menos uno hay o un amigo del amigo, pero en unos meses si sabrás te lo aseguro.

 Luego viene el Yo sé hacer eso o Yo soy tal cosa porque para eso estudie varios años en la universidad, pasan los días, las semanas, los meses y te das cuenta que lo que eres no puedes serlo porque tienes que sacar una licencia para eso, para lo cual tienes que ser residente y saber el idioma nuevo, la profesión que tienes se convierte en un yo era en mi país, y aterrizas buscando lo que sea, lo más rápido posible, antes que pierdas el carro, la casa y algunos hasta la familia. En ese momento es que llegas a sentirte como un náufrago en una isla desierta, pero con mucha gente que con solo decir la palabra mágica, necesito un empleo, desaparecen de la faz de la tierra por si se te ocurre la mala idea pedirles ayuda.

Nos damos cuenta que tenemos que empezar desde cero, o en algunos casos menos de cero, con todo lo que acarrea ese camino lleno de piedras, pero al final casi todos lo logramos, sin tocar el tema del estatus legal en el país.

Nunca falta alguien que viene de vacaciones y te dice y porque estas deprimido, para luego decirte nos vemos más tarde voy al mall o el imparable viaje a Disney, si esta historia se parece a la tuya, me gustaría que la comentaras con nosotros, que por lo menos de terapia nos servirá a todos los lectores.

Y de repente algo bueno sale de esto…no pierdo las esperanzas.

Un Náufrago de la ciudad.